jueves, 3 de diciembre de 2009

La espiga

Contemplo la franja verde y la claridad de la espiga adorando a el sol en la lejanía, en los cerros: es sentir la promesa de la primavera que viene con un mundo de indicios que todo vuelve a brotar, que después del sufrimiento uno se despierta con una visión más general de las cosas.

Sonreír animada cuando una nueva franja del sol está desapareciendo en un atardecer, y en aquella sensación de esperanza deseamos en un anhelo vehemente que quede perpetua para conservarlo, retenerla…..tal vez recordando el momento en que nos abrazábamos desnudos mirando a través del vidrio recortado, que un día más se nos estaba escapando.

Había aprendido que no tenia que perseguir los resultados porque nada deparaba en ellos, van a ser lo que tengan que ser, yo a veces era peor que el invierno o la noche, me convertía en mi propia destrucción, era la proveedora de las armas con las que me atacaba, mi propia energía se volvía como un nudo corredizo en mi cuello, queriendo huir de está vida cuando te hacen daño.

Ahora lo que quiero es esa sensación de esperanza que no se puede comprar, no sentirme como todos: un caníbal que se come a criatura todavía en gestación, quiero sentirme en este estado en plenitud, que los odios me han abandonado, que estoy esperando un verano reparador.......









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