lunes, 1 de noviembre de 2010

Pamperaso

Hace muchos años que remo en el delta y nunca vi una bajante tan importante como la de este fin del mes de Octubre, el pasado miércoles y jueves: días con un sol impresionante, el viernes la tristeza de un entierro con una lluvia copiosa, gente joven que lo despedía como una estrella de rock, las gracias, los aplausos de los más grandes.

El sábado temprano habíamos salido a remar con unas amigas en un "botazo", quedaba todavía agua para salir, con muchos contratiempos, mi perro se descompuso, el viento no nos dejaba avanzar, en esa vida de fin de semana, donde no todos están tan completos como nosotras para llegar a una casa sobre el río Espera , seguíamos armando esa obra de arte como la mejor tragedia de Moby Dic.

La naturaleza se manifestaba, el cielo se limpio con ráfagas del viento oeste, que: volteaba al débil, no quedó una sola nube en el cielo, mi posición de todo lo acontecido se dividió en dos partes contradictorias, permanecían en mi mente sin ser traducidas, como una teoría abstracta que parecía una tontería más, al ver el día lunes totalmente despejado, mis ideas se despejaban, había que conseguir trabajo.

La coerción cuando se ejerce por una buena causa, en nombre del amor, nos guste o no, todo eso era un buen negocio para NK, no para los banqueros internacionales, los fabricantes de armas que son los que comienzan las guerras, no para los militares argentinos que tuvieron que bajar esos cuadros de una época nefasta.

Comprendí que estaba en el mundo, donde había que dar batalla por la vida, comprendí que el enemigo era una la moral invertida, y la única arma de triunfo es la voluntad de los buenos para servirlo, así que, somos libres para buscar nuestra felicidad en cualquier fraude insensato, y estoy segura que se encontrará frustración, el propósito no tiene que ser sufrir, sino disfrutar y vivir.