martes, 4 de mayo de 2010

Salida en el F62

No puedo remar, la epicondilitis es muy hincha pelotas, no te deja hacer nada, pero no puedo con mi genio y con la ayuda de mis amigos aunque sea salí a timonear el F62, un doble par con timonel, o sea Alejandra, Fernando en los remos y yo aunque sea en el timón.

El otoño ha sido creado como un monumento de la vida que se iguala a la belleza, mientras remaban por el río Lujan hacía el Canal Arias como en una búsqueda de goce, deseando salir del oleaje que ocasionaban las lanchas en frente al museo de arte de Tigre, y mis amigos pudieran hundir los remos en el agua dando unos buenos golpes para que el F62 no se quede, y yo cumplir con el deseo de ver los colores ocres, amarillos de los árboles,


Mientras timoneaba los sauces llorones tocaban el agua obligándonos a abrirnos sobre la corriente en contra para nuevamente arrimarnos a la orilla y aliviar el peso del F62 sobre la corriente del río Lujan.

Una ola gigante de un crucero me empapó, el agua estaba fría, una falta de conexión del timonel con el stroke permitió unos diez litros de agua entraran dentro del bote. A vece ese es el pago cuando uno deja de practicar, de subirse a un bote y aunque sea timonear ¡¡¡¡

Deudas

Al día siguiente de ir al cafefilo de R. Kreimer, me levante pensando en el tema que había desarrollado: “La procrastinación”, en esos movimientos lentos de la mañana, me duchaba mientras mi cabeza se empezaba a organizar mi día, por lo menos pagar mis deudas y olvidar la mala conciencia de los otros.

Me había despertado con ganas de hacer cosas, marque en una hoja todas las tareas a cumplir durante el día, tenía que ir a una entrevista de trabajo y hacer trámites bancarios. El temor para hacer una operación bancaria y ahorrar costos era un dilema?- gastos bancarios o una salidera huyendo de la inseguridad en que vivimos.....tenía que accionar porque la acción aclara.

En el banco impidieron que saliera con una suma de dinero importante porque el guarda de seguridad había alertado personas dudosas, mi grado de desarrollo con la inseguridad en la Argentina está desarrollado, por poco dinero te matan, como durante muchos años lo hice, ese día me sentía segura, pero hoy los tiempos son de desconfiar, no podés andar con dinero encima.

El personal del banco Francés y muchos como yo estamos cada vez más cautelosos, porque saben que ellos son los que están en la mira, estamos en crisis y eso nos hace ver las cosas con más seguridad.

La excitación que produce coquetear con el peligro en estos tiempos de salideras bancarias es como entrar a una villa miseria con un Mercedes Benz descapotable, es arriesgarse a que te peguen un tiro por la espalda, entonces el costo del banco es muy costoso pero la vida está a salvo.

Qué riesgos se corre cuando se pone la vida en peligro para que una empresa ahorre ese gasto?