domingo, 3 de enero de 2010

Martín García

Habíamos llegado a la Isla Martín Garcia, eran las catorce horas más o menos del año 2006 o 2007, en esos momentos en que se puede ser precisos, indiferentes y detenerse ahí.........un lapso de descanso, un lapso de relajación, porque quedaba remar un pequeño tramo hasta Conchillas R.O.U.

Los hombres de Prefectura no podían encasillar el tono de nuestra voz, no podían decir si era demasiado emotivo o demasiado calmo ver llegar una mujer, un hombre, solos, como monstruos egocéntricos sobre una cascara de nuez.

Resolvieron que era calmo porque avanzábamos con suavidad, sin violencia espaciando cada silaba, mientras nos daban instrucciones para nuestro cruce en bote por el Canal del infierno, dando la sensación de seguridad.

Ha pasado tanto tiempo de esa travesía a remo, no quiero mirar el calendario para darme cuenta que otro año más está pasando, sin poder hacer una travesía larga, inclino la cabeza como un signo de conformidad de lo que me toca, me doy cuenta que me muevo silenciosamente, con un sufrido precio de resignación.