jueves, 5 de noviembre de 2009

Regata del club francés LRC

Como buenos espíritus heroicos todavía resistíamos seguir corriendo las últimas regatas del año 2009 de un reglamento mediocre.
Como buenos espíritus seguíamos apostando a disfrutar de la vida que no es fácil como levantarse un domingo a las seis de la mañana a fin de año para subirse a un bote, agarrar los remos y seguir construyendo nuestras vidas, no solo en tierra sino también en el agua.
Llegamos a fin de año cansados de la exigencia de sufrimientos, de personas que no son capaces de sensibilizarse, más que de los signos de grandeza del disfraz que vende lo material, de los delincuentes que tenemos por todos lados, solo nos quedamos boquiabiertas, de los agotamientos absurdos, pero seguimos trabajando, escribiendo, manteniendo nuestros hogares y por supuesto seguir remando con una vuelta que organizaba el club francés Lavirong, por los ríos Luján, Carapachay, Espera, Tres Bocas, Abravieja y nuevamente retomando el río Luján en contra de la corriente y contra el viento que soplaría durante todo el tiempo durante una hora cuarenta y cuatro minutos.
No es todo horrible sobre los ríos, volvía a correr una regata con dos personas inteligentes, además de ser buenos amigos, que me dejan anonadada como muchos que saben remar, construir, amar..... los
halagos externos son un estímulo para que ese bote camine, porque piensa, se acepta, se reacciona.....porque ponen la felicidad de tener el combustible de seguir hundiendo sus placeres, aguantando el carro, tirando de correas en el placer de hacerlo juntos y con su madrina....por supuesto.
Son ganadores que no necesitan ganar porque antes de zarpar saben que es lo que van a ganar, más allá de que todos siempre queremos más, muchas veces ese más puede ir en contra de nuestra propia vida, nuestra ética......pero nosotros nos bajábamos del bote en un fraternal abrazo.

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