martes, 15 de junio de 2010

Se respira fútbol con buena música

Sudáfrica arrancó el mundial con un escenario gigante, hexágonos de color azul y rojo, desfilaban: Stacy Ann Ferguson, Will Adams, Alan Pineda Lindo y Jamie Luis Gómez, sin duda que la mezcla de diferentes culturas le da el toque especial al grupo. Inspirados por la música y en especial por el género hip hop, su espíritu, energía y la onda funk han conquistado a estos cuatro chicos que se dieron a conocer más a partir del año 2003 con su sencillo Hey Mama.
Subió Juance con su canción: camisa negra, dándole forma material a sus canciones, cuando en un momento me sorprendió cantando con el mexicano Taboo de Black eyed peas, portando su bandera de viva México, luego Alicia Keys con la habilidad productiva de su voz, levantando al máximo cuando pronunciaba NY.

En un momento, apareció un grupo de música nómada, me recordó al comienzo de Jimmy Peage, sentía que su invención era utilizada como causa de expropiación, pero la profundidad de sus sentimientos lo hacían acercarse a nuestros tiempos, a nuestros tiempos de mundial, vestidos entre túnicas, el cantante mostrando su cabello afro, las luces le daban perfectamente en su rostro, que no se si sonreía o transmitía un sentimiento de destreza mientras rasgueaba la guitarra eléctrica, al son de un sonido silvestre, integro, puro, fiel a si mismo de una mujer, con un estilo propio como obra de arte.

Culturas diferentes mostrando sus gestos sobre un escenario de una cancha de fútbol que: esperaba que corra la pelota, que esperaba a Mirabi. Hasta que los ruidos de la selva africana se escucharon por los micrófonos cuando cantaban los BLK JKS imitando los sonidos de animales salvajes, motivando el pogo entre la gente.

Entonces aparecían los representantes que hicieron mucho para que el mundial se juegue en Sudáfrica mientras Kynaan cantaba los acordes del mundial del 2010 y nuevamente el coro de la cancha sonaba con el reconocido ohohohoh….y los tambores no paraban de celebrar, sentía que mi alma era negra, aunque no pueda comprar los perdones por toda mi alma blanca, mientras en el escenario sacudían una bandera verde e amarillo de Brasil.

Saltaron los Big Nuz y DJ Tira para darle ritmo al punchi punchi hasta dejar al público saltando, recordando: un gol para la educación, las luces seguían a otros ojos pintados de negro con sus trajes ingleses, hasta que entró Shakira apabullando al público sacudiendo sus caderas vestida de loba, el clamor que inspira esa mujer, aunque a uno no le guste, ella es patrón y ritmo, también dotada de una sensual belleza, representando que: en Barranquilla Colombia también se baila así, cerrando con el Waka Waka porque es tiempo de Sudáfrica, mientras los escuchas se agotan con el mismo por las emisoras.........solo falta un mes.

Nadie tiene la certeza de quien será el nuevo campeón de fútbol, no importa todo lo que paso con Diego pero lo importante, lo que hace él con lo que le hicieron, espero que gane, no solo por Argentina sino, para que algunos periodistas argentinos no tengan un nuevo insulto y él termine como lo es: El rey del fútbol "argentino" aunque defienda a Evo, al Che y otros que no nos placeen , pero que: nos llene de alegrías.

jueves, 3 de junio de 2010

Pamperaso

Hicimos el arribo con el prefecto de Conchillas, un señor muy amable que nos dejo poner nuestro equipo de remo en su casa, el tiempo se puso gris de repente con un ligero sabor sentimental, nos anunciaba que se venía un pamperaso.

Acomodamos, amarramos como pudimos el bote sobre la playa de prefectura del país vecino, el cansancio no nos dejaba mucho más, teníamos que caminar trescientos metros hasta la casita que habíamos alquilado para seis remeros que nunca llegaron del club Nahuel Rowing porque el pampero los agarró muy temprano, pero la compartimos con nuestro amigo uruguayo.

Una travesía tiene una dimensión que no siempre se reconoce, fueron doce horas, hay que tener los objetivos muy claros, no se puede improvisar, se está levantando mapas, se hacen viajes para relatar lo que se ve.

En las travesías no solamente es conocer lugares nuevos, es también aprender abandonar, como en una nostalgia extraña de algo que esta más allá, la dulce sensación de agotamiento después de cruzar el Río de la Plata en un solo día en un simple par como mujer, las partidas al amanecer cuando todavía no pego el sol en el paseo de la costa, el frío en el timón con un te de limón y miel para aliviar el frío.

Sentir el olor a agua que se pone bravo cuando viene un pamperaso, que en esa oportunidad se llevó una vida de un kayaquista en el canal Bs.As., delante de el Pampero, habíamos llegado abriendo puertas, también cerrando tras de nosotros y no volver nunca más a ese lugar, ninguna ciudad se torna tan visible en la noche como la que se la abandonado para nunca retornar a ella y mucho menos remando.

Es ahí en esa necesidad, es aquí entre está cuatro paredes donde entiendo con que fuerza experimento esa necesidad de partir, de continuar , de evolucionar, de ir más allá, de abandonar, de conocer más, de surgir de no sentirme acorralada, dejar a los que me dañaron.

miércoles, 2 de junio de 2010

Como conocer al prójimo

Estuve leyendo con mi cariño, una revista de Reader’s digest de Abril de 1960, entre las notas que leíamos, ya que no se alejan mucho de nuestros tiempos, decía:

Un sencillo experimento nos permitiría distinguir dos tipos de personas. Observemos a los pasajeros de un trasbordador. No bien se haya alejado el barco de la orilla, varios de ellos saldrán a cubierta deseosos de ver el paisaje. Los demás habrán tomado asiendo en la cámara para pasar el tiempo fumando o sumidos en la apática quietud criticando lo que hacen los otros.


Podemos dividir al pasaje en dos clases de personas:

¡¡¡¡Las que saben gozar de la travesía y las que solo buscan llegar a la otra orilla ¡¡¡¡¡

Me parece muy cierto porque lo experimenté con él cuando viajamos en la Cacciola , en el León IV por el Delta de Tigre, soy de las personas que viajan viendo el verde profundo de las onduladas islas separadas por los arroyos, los ríos, la vegetación que cambia según la temporada, en esa exuberancia de la tierra me mantengo en armonía y perfecta belleza mientras dejo atrás el quiebre del agua roto por los motores en una espuma blanca, me encanta, lo disfruto.

Recuerdo también cuando en medio del Canal del Beagle, en el fin del mundo, el crucero se hamacaba mientras conversábamos en cubierta con dos europeos que querían hacer el mismo recorrido a vela, mientras tanto el agua helada salpicaba nuestra vibración, por fortuna los vientos no soplaron mucho y llegamos a orilla felices, aunque los otros pasajeros bajaron blancos porque se quedaron en la cámara esperando llegar a la orilla.

Canal Oyarbide

En una especie de examen de clausura estábamos remando sobre el canal Oyarbide hacía la isla Martín García de Buenos Aires, en un simple par con timonel el E113, el entrenamiento que tenía me hacía creer airosa de la prueba que hacíamos, en el verano habíamos llegado a Colonia ROU por otra ruta, en está oportunidad queríamos tomar un camino distinto, a río abierto y lo remaba con mi maestro en una corriente en contra y agua fría.

Desconocía que pocas mujeres se habían atrevido hacer semejante hazaña hasta ese año, en mi ingenuidad salimos de la Rampa de CRLM a las cuatro de la madrugada, habían pasado siete horas y todavía estábamos sobre el río de la Plata con un viento norte que golpeaba en el banco de proa frenando al bote, el lomo de ballena protegía que no entrará el agua en cada ola, se tornaba dura la travesía y no había posibilidades de un arrepentimiento.

Estábamos en un fin de semana largo feriado por religiones, faltaban unos kilómetros y una fuerte correntada nos alejaba de la orilla, con mucho esfuerzo volvimos nuevamente a la orilla y mi maestro de remo reconoció el Canal Oyarbide, en el momento de doblar sentí una emoción con la conformidad de que estábamos cerca de la isla, remábamos cada quince minutos y los otros en el timón, pero lo cierto era que el bote no avanzaba, no podíamos distinguir la corriente.


No podía distinguir la fuerza del agua maciza, tire del cabo del timón , y lleve el bote al medio del río, estaba tan fuerte la intensidad que el bote retrocedía, volvimos a la orilla, cansada me toco mi cambio para remar, mis manos estaban quebradas, el viento no soplaba con la violencia cuando remábamos por el río de la Plata, pero el cansancio que dan las palas hachas marcaban un pequeño hoyo en el agua, la idea de pensar que no llegabamos nos retrasaba bajando el entusiasmo.

El cansancio me agotö, miraba los arroyos internos por si teníamos que parar, no había un alma, entonces intentamos comunicamos con PNA de la isla, pero fue absurdo, no nos contestaron hasta que vimos que un gomón uniformado, que nos piloteo hasta la isla donde muchos cumplieron condenas y ese día nosotros merendamos y llegamos remando los dos solos, nos acomodamos para zarpar nuevamente con destino a Conchillas República del Uruguay.


martes, 1 de junio de 2010

Entre valles Chuquis al río de la Plata

En algunas condiciones desfavorables de mi vida, no se sí mis padres me quisieron, mi madre nos secuestro a su país de origen Argentina, intentó querernos pero le fue difícil. No fue fácil adaptarme a la pobreza, no tener más a mis abuelos, tíos, primos, casas, nuestra querida cocinera, a lavar los platos, un país diferente, nuevos amigos, donde la ocasión del banquete no era la porcela ni los cubiertos de plata sino una gaseosa en una plaza moqueando por el frío, la hospitalidad, la humildad, las malas palabras estaban en mi nuevo diccionario, también las enfermedades de la pobreza e intentar recuperar la educación perdida.

El afán por escribir y leer siempre inflamaban mi imaginación, siempre la ambición por distinguirme ser buena gente, por hacer un descubrimiento importante, pero todo lo que descubría ya lo había descubierto otro, el quedarme encerrada para poder escribir unas cartas a un familiar lejano siempre estuvo, también el deseo de viajar y relatar mis viajes sintiendo que no soy de un lugar determinado, por ahí siento que soy de Sudamérica y no tengo creencias, alguna comprobada…...

La ciudad de Chuquisaca, Sucre, La Plata y Charcas, hace siglos está habitada por un predominio nativo que forman el grueso del la población indigena, donde yo era la gringuita, los criollos no tuvimos una influencia positiva en esa población, nos desterraron con razón, con odio, aunque mi padre muera siendo un Chuqui y festeje la Navidad con un niño Jesús de quinientos años, y ame Bolivia por la cual derramaron sangre sus antepasados, entiende que a Evo le tocó el poder.

Y hoy, sepa decir en quechua, ingles y mi lengua española:
- Imay nalla cassanqui?
-How are you?
-Cómo estás?
Y responda en español

- Bancando mi existencia, es lo que me tocó, no nací en Suiza y amo Sudamérica ¡¡¡

Roll a remo en la Isla Martín García

Las personas que los recibieron estaban asombradas, pero son las mismas personas con las que convivimos y lo hacen con la hospitalidad y la misma dignidad de cualquiera, estaban charlando sobre el espigón que protege la isla, orgullosos del nivel de fuerza, de tal manera que resultasen naturales al ahcerlo y no se pudiesen imaginar la inmensidad sin ellos, como si los cambios que habían generado, en medio de la lucha de las fuerzas ciegas, como si hubiesen sido un destino hacía el desenlace y ese desenlace fuera ese paredón en medio de esa isla, dándoles un significado.

Esperaron la autorización para el cruce hacía del canal del infierno y en una hora estar resguardados de cualquier temporal dentro la otra patria: Uruguay, los bloques de piedra que se encuentran en la entrada de la isla Martín García, se levantan sobre la arena, el lugar está desierto, como separado del mundo, el cielo estaba incandescente, demasiado fuerte el sol, la sirena de un barco sonó en alguna parte del Río de la Plata, a través de kilómetros distancia, pero el viento Oeste lo traía con mayor intencidad, estaba por asomar un viento Pampero que se llevaría la vida de un kayaquista.

Recibieron la autorización para cruzar el Canal del infierno hacía Conchillas por PNA, después de un largo rato miraron que: el río estaba planchado, se sentían felices de encontrarse cruzando solos, siguiendo las huellas sobre el agua de alguien que ya había hecho esa aventura en un bote simple sin dejar documentado, más que un Rol.

En cuanto estuvo establecido el recorrido por atrás de la isla Martín García pudieron pensar en el futuro, estaba ahí, proseguir una travesía era el presente que no estaba dentro de los planes y de la nada lo estaba haciendo, bancándose los obstáculos.

Bancandose la autorización de PNA para llegar sin resto, sin fuerzas.... no pudían desarmar el bote y lo tenían que hacer porque llegaron cuando unos niños estaban saltando sobre la orilla podían romper la nave, asombrados se acercaron a ver donde estaba el motor del bote E113 del CRLM sobre la playa de Uruguay, empezaron a sentir que sus cuerpos iban directo a una ducha para después reposarlo.

Miraron como se escondía el sol perdiéndose la tarde, mientras estuvieron remando doce horas sin parar, en una rara sensación de estar en otro país, de escuchar otra música, del escuchar otra tonada y de saber que ahora, era ahí, pero no tan lejos de la baliza ciega de Oyarbide.

La vuelta del BARC

Ese domingo fui a recibir a amigos cuando llegaban al rampín de CRLM, todos bajaban de los botes haciendo un pequeño relato de su regata durante la travesía, me encamine hacia otros participantes a saludarlos por el esfuerzo realizado y felicitarlos por la salud que disfrutan y me encontré con un relato muy triste de una ex socia de CRLM en plena regata tuvo que ser atendida por otro bote de nuestro club donde había un médico compitiendo, que dejo el juego para auxiliarla.

Ella corría con su pareja, no se puede hacer una reflexión de que pasó, pero lo único que sé es que había encarado el día corriendo una regata y terminó con una neurisma arriba del bote, no se puede determinar que acercarse a la vida, aumentar el entusiasmo dentro del deporte, nos lleve a estas condiciones.

Salir a buscar el disfrute de lo que es estar en ritmo ayuda a tener efectos interesante dentro del remo o cualquier actividad, tenemos resultados interesantes, terminar con estos efectos concretos que la vida es un juego, que nadie puede safar de lo que nos toca, nadie va a safar del hecho de enfermarse…..de morir, podemos quedarnos dentro de casa y tener un paro, como dijo Ale y Fer en nuestra última vuelta chica donde me llevaban en el timón- Hay que salir, hay que disfrutar¡¡

Esta mujer enfrentó su día y no le estaba escapando a lo que le tocaría, no estaba pasando un momento difícil, por el contrario estaba en un buen momento de su vida, pero a veces el ritmo y las tensiones de la vida actual, el mínimo de horas de sueño, la falta de oxígeno, son unos inconvenientes.

Pero el tiempo invertido en los sueños no es tiempo perdido, es un ingrediente esencial de la alegría de vivir, en ese repentino bienestar que surgen de la nada y eso nos hace sentir felices, sentirnos vivos, por eso, en uno de mis sueños deseo que ella se reponga, como lo está haciendo el hermano de una amiga que no estaba remando.


Salud por ellos ¡¡¡

El frío es una dificultad para salir a remar

Estábamos entrando en el mes de Junio, todavía otoño en Buenos Aires, muchas hojas se cayeron, todavía quedan las del Laurel, el limonero del fondo de la casa, y la gente se encierra en sus casas porque tienen frío, sintiendo dentro del hogar el cálido calor del fuego, como un símbolo de unión.

Después de días de lluvia que ha escampado y solo ha dejado algunas nubes que dejan ver el cielo, los rayos del sol entrando por el vidrio sucio que dejo la tormenta, sintiendo que en la casa se respira una atmósfera de esfuerzo, generador de la sencillez y tranquilidad, aunque las cosas a veces se ponen peor, es cuando se le pone más ganas.

Los miedos no van generar nada solo paralizar, angustiar, solo querer promover un sentimiento de seguir dando batalla, hasta donde resistan los espigones del cuerpo, hasta que llegué la primavera.

Puedes dejar de fumar, porque es el más alto objetivo de la vida, el no salir a remar tienta la posibilidad de encender un cigarrillo, el deporte es salud aunque sea con frío, pensar en el entusiasmo que nos habla Alejandro para sentirnos con ganas de vivir, tener el brazo lesionado es una razón, el frío no impide salir a remar en un día de invierno, un mínimo deseo de cruzar el río.