miércoles, 9 de septiembre de 2009

Visitando la Finca Los Álamos en San Rafael

Muchos años habían pasado para el refinamiento de la nieta de Susana Bombal, las paredes intactas de libros ajados por los lectores de la familia, el diario La nación despidiendo a Victoria Ocampo por Roger Caillois, Susana Pereira Iraola, Mujica Lainez, Graham Green, Jean D’ormersson, poesías de Rubén Dario, libros de Borges, Bioy Casares, murales de Soldi, Basaldúa, varías chimeneas, ventanas protegidas contra los malones de hierro forjado.

En el marco colonial de una hacienda pintada con cal, como en mi infancia..., me conectaba con ella, sabiendo que éramos desconocidas, pero sin ninguna explicación, de cuantas imaginásemos cuales eran nuestras verdades, estábamos sentadas las tres mujeres, donde conversaron tal vez como alguna noche Borges, Kodama, Silvina Ocampo, Mujica Lainez con su anfitriona la escritora Susana Bombal.

Conversábamos los siglos de nuestras familias Sudamericanas, las edificaciones de adobe que todavía se mantenían en pie, no permitiendo que fueran derribadas por el paso del tiempo, guerras, malones, codicia familiar, seguíamos trabajando con ese fin, no por la riqueza en si del dinero, sino la riqueza personal, por el crecimiento de nuestra tierra, el crecimiento de nuestra existencia.

Lo prohibido en esa charla, fue contemplar nuestras penas, pero habíamos encontrado el deber de soportarlo, teníamos tantas cosas valiosas de que conversar, del laberinto en homenaje a Borges por Randoll Coate, nuestros sobrinos creciendo, no tener la necesidad de traer hijos, hasta que tuvimos que dejar ese reposo de recuerdos para ir a comer.

Pueden ingresar a : www,fincalosalamos.com ó laberinto Argentina.org







Una exquisitez ¡¡¡

La tristeza se agudizó en la Finca Pichaña

Estaba orgullosa que mi amiga me eligiera para darme su amistad, a la vez, yo quien la elegí, la forma más elevada de admiración que se siente por una buena amiga, porque tiene el conocimiento total de los valores de la vida, el trabajo, la amistad: de los que no sustituye por sueños vacíos, está intacta, soportando que muchos vivan de su esfuerzo, pero nunca baja los brazos, es fuerte, hasta se plantea que para fin de año tiene todo organizado.



Quisiera que se recline contra mi respaldo, para comprender que su acción es la de un humano pensante, porque no tenemos tiempo de hablar con falsedad, porque no es nuestra realidad, intentamos dar vigor a nuestra existencia creyendo que podemos cambiar a los demás, porque tanto ella como yo, deseamos convertir el sufrimiento de estos días, en nuestras conspiraciones para ser felices, hasta burlándonos de aquellas cosas que parecen importantes.

Una escapada por la Cordillera de los Andes

Salio el sol pegando sus rayos sobres los álamos desnudos del invierno, sobre la cordillera de los Andes, mis pies hinchados por la posición del asiento del micro Chevalier, desate los cordones para sentir que mis venas querían descomprimirse.

Medio dormida sabía que San Rafael me esperaba cálido como siempre, en cualquier estación del año, saque mi mp4, escuchando a Sagrega interpretado por Carlos, las ruedas del micro avanzaban como esas uñas sobre la guitarra., tenía una vaga idea de lo que estaba sucediendo con sus vidas en ese lugar, seguía escuchando esas notas que me daban una dicha, igualaba las frases que atravesaban esa atmosfera, entre la nube de polvo que dejaba el viento, los miedos de una situación que parece que no va pasar.

Había pasado las bodegas del Bonarda Sangiovese de Alfredo Roca sin alcanzar a verla, aunque viaje siempre a ese mismo lugar, siempre es una experiencia diferente, ya.. era diferente escuchaba las notas de la música que fluían ascendiendo, hablaban de elevación, parecían la representación de un corto publicitario, cada vez la sentía por doquier, como barriendo aquellos recuerdos, no existía fealdad, ni dolor, era la liberación que necesitaba para mantenerme sana espiritualmente, sin daño, estaba siendo recompensada, la cordillera con su sucesión de pliegues sobre los cultivos, divirtiéndose de su experiencia.... con la mia.

Llegaba a la estación y estaba allí esperando a que la realidad se presentará de acuerdo a lo que debía ser, no podíamos forzar nada, ni esforzarnos en lo que no está en nuestras manos.