martes, 1 de junio de 2010

Entre valles Chuquis al río de la Plata

En algunas condiciones desfavorables de mi vida, no se sí mis padres me quisieron, mi madre nos secuestro a su país de origen Argentina, intentó querernos pero le fue difícil. No fue fácil adaptarme a la pobreza, no tener más a mis abuelos, tíos, primos, casas, nuestra querida cocinera, a lavar los platos, un país diferente, nuevos amigos, donde la ocasión del banquete no era la porcela ni los cubiertos de plata sino una gaseosa en una plaza moqueando por el frío, la hospitalidad, la humildad, las malas palabras estaban en mi nuevo diccionario, también las enfermedades de la pobreza e intentar recuperar la educación perdida.

El afán por escribir y leer siempre inflamaban mi imaginación, siempre la ambición por distinguirme ser buena gente, por hacer un descubrimiento importante, pero todo lo que descubría ya lo había descubierto otro, el quedarme encerrada para poder escribir unas cartas a un familiar lejano siempre estuvo, también el deseo de viajar y relatar mis viajes sintiendo que no soy de un lugar determinado, por ahí siento que soy de Sudamérica y no tengo creencias, alguna comprobada…...

La ciudad de Chuquisaca, Sucre, La Plata y Charcas, hace siglos está habitada por un predominio nativo que forman el grueso del la población indigena, donde yo era la gringuita, los criollos no tuvimos una influencia positiva en esa población, nos desterraron con razón, con odio, aunque mi padre muera siendo un Chuqui y festeje la Navidad con un niño Jesús de quinientos años, y ame Bolivia por la cual derramaron sangre sus antepasados, entiende que a Evo le tocó el poder.

Y hoy, sepa decir en quechua, ingles y mi lengua española:
- Imay nalla cassanqui?
-How are you?
-Cómo estás?
Y responda en español

- Bancando mi existencia, es lo que me tocó, no nací en Suiza y amo Sudamérica ¡¡¡

Roll a remo en la Isla Martín García

Las personas que los recibieron estaban asombradas, pero son las mismas personas con las que convivimos y lo hacen con la hospitalidad y la misma dignidad de cualquiera, estaban charlando sobre el espigón que protege la isla, orgullosos del nivel de fuerza, de tal manera que resultasen naturales al ahcerlo y no se pudiesen imaginar la inmensidad sin ellos, como si los cambios que habían generado, en medio de la lucha de las fuerzas ciegas, como si hubiesen sido un destino hacía el desenlace y ese desenlace fuera ese paredón en medio de esa isla, dándoles un significado.

Esperaron la autorización para el cruce hacía del canal del infierno y en una hora estar resguardados de cualquier temporal dentro la otra patria: Uruguay, los bloques de piedra que se encuentran en la entrada de la isla Martín García, se levantan sobre la arena, el lugar está desierto, como separado del mundo, el cielo estaba incandescente, demasiado fuerte el sol, la sirena de un barco sonó en alguna parte del Río de la Plata, a través de kilómetros distancia, pero el viento Oeste lo traía con mayor intencidad, estaba por asomar un viento Pampero que se llevaría la vida de un kayaquista.

Recibieron la autorización para cruzar el Canal del infierno hacía Conchillas por PNA, después de un largo rato miraron que: el río estaba planchado, se sentían felices de encontrarse cruzando solos, siguiendo las huellas sobre el agua de alguien que ya había hecho esa aventura en un bote simple sin dejar documentado, más que un Rol.

En cuanto estuvo establecido el recorrido por atrás de la isla Martín García pudieron pensar en el futuro, estaba ahí, proseguir una travesía era el presente que no estaba dentro de los planes y de la nada lo estaba haciendo, bancándose los obstáculos.

Bancandose la autorización de PNA para llegar sin resto, sin fuerzas.... no pudían desarmar el bote y lo tenían que hacer porque llegaron cuando unos niños estaban saltando sobre la orilla podían romper la nave, asombrados se acercaron a ver donde estaba el motor del bote E113 del CRLM sobre la playa de Uruguay, empezaron a sentir que sus cuerpos iban directo a una ducha para después reposarlo.

Miraron como se escondía el sol perdiéndose la tarde, mientras estuvieron remando doce horas sin parar, en una rara sensación de estar en otro país, de escuchar otra música, del escuchar otra tonada y de saber que ahora, era ahí, pero no tan lejos de la baliza ciega de Oyarbide.

La vuelta del BARC

Ese domingo fui a recibir a amigos cuando llegaban al rampín de CRLM, todos bajaban de los botes haciendo un pequeño relato de su regata durante la travesía, me encamine hacia otros participantes a saludarlos por el esfuerzo realizado y felicitarlos por la salud que disfrutan y me encontré con un relato muy triste de una ex socia de CRLM en plena regata tuvo que ser atendida por otro bote de nuestro club donde había un médico compitiendo, que dejo el juego para auxiliarla.

Ella corría con su pareja, no se puede hacer una reflexión de que pasó, pero lo único que sé es que había encarado el día corriendo una regata y terminó con una neurisma arriba del bote, no se puede determinar que acercarse a la vida, aumentar el entusiasmo dentro del deporte, nos lleve a estas condiciones.

Salir a buscar el disfrute de lo que es estar en ritmo ayuda a tener efectos interesante dentro del remo o cualquier actividad, tenemos resultados interesantes, terminar con estos efectos concretos que la vida es un juego, que nadie puede safar de lo que nos toca, nadie va a safar del hecho de enfermarse…..de morir, podemos quedarnos dentro de casa y tener un paro, como dijo Ale y Fer en nuestra última vuelta chica donde me llevaban en el timón- Hay que salir, hay que disfrutar¡¡

Esta mujer enfrentó su día y no le estaba escapando a lo que le tocaría, no estaba pasando un momento difícil, por el contrario estaba en un buen momento de su vida, pero a veces el ritmo y las tensiones de la vida actual, el mínimo de horas de sueño, la falta de oxígeno, son unos inconvenientes.

Pero el tiempo invertido en los sueños no es tiempo perdido, es un ingrediente esencial de la alegría de vivir, en ese repentino bienestar que surgen de la nada y eso nos hace sentir felices, sentirnos vivos, por eso, en uno de mis sueños deseo que ella se reponga, como lo está haciendo el hermano de una amiga que no estaba remando.


Salud por ellos ¡¡¡

El frío es una dificultad para salir a remar

Estábamos entrando en el mes de Junio, todavía otoño en Buenos Aires, muchas hojas se cayeron, todavía quedan las del Laurel, el limonero del fondo de la casa, y la gente se encierra en sus casas porque tienen frío, sintiendo dentro del hogar el cálido calor del fuego, como un símbolo de unión.

Después de días de lluvia que ha escampado y solo ha dejado algunas nubes que dejan ver el cielo, los rayos del sol entrando por el vidrio sucio que dejo la tormenta, sintiendo que en la casa se respira una atmósfera de esfuerzo, generador de la sencillez y tranquilidad, aunque las cosas a veces se ponen peor, es cuando se le pone más ganas.

Los miedos no van generar nada solo paralizar, angustiar, solo querer promover un sentimiento de seguir dando batalla, hasta donde resistan los espigones del cuerpo, hasta que llegué la primavera.

Puedes dejar de fumar, porque es el más alto objetivo de la vida, el no salir a remar tienta la posibilidad de encender un cigarrillo, el deporte es salud aunque sea con frío, pensar en el entusiasmo que nos habla Alejandro para sentirnos con ganas de vivir, tener el brazo lesionado es una razón, el frío no impide salir a remar en un día de invierno, un mínimo deseo de cruzar el río.