lunes, 29 de noviembre de 2010

Inflexible sencillez

Pasaron muchas semanas sin postear algo, nada, estuve completando lo que estaba a medias, lo vacío, lo llené, lo viejo quedó renovado.

La pc la encendí solo para conectarme con una radio de Europa, mientras los mosaicos daban forma al patio, al comedor, las cortinas se colgaban, las macetas se llenaban de tierra, la mariposa se posaba las alegrías del hogar, sin pretender lucir, al son de los violines, los sopranos, la orquesta, una guitarra punteada.

Solo sé que: tengo que acabar mis obras, como intentando completarme a mi misma, las palabras fueron económicas, solo avanzaba la obra material, me parecía imposible terminar, pero ni el aguacero sobrepasa una jornada.

En esos trabajos encuentro una nueva grandeza, aunque todavía como todos los iniciadores, me limitan los prejuicios de la pobreza, de la riqueza, queriendo pretender belleza, esas exigencias severas que hace del artista, el deportista......

Cuando las obras están acabadas, la angustia de terminar se va, queda el cuerpo molido, todo puede seguir en su curso, se puede teclear un rato más, cada vez, sintiéndose más libre, y sigo escuchando una obra hermosa, he disfrutado, nado, remo con la corriente, acompañada por el punteo de Oscar Herrero.

lunes, 15 de noviembre de 2010

A veces, chapoteó en el barro

El malhumor aumenta cuando no se logran lo objetivos deseados, preparámos los emparedados, el gatorade casero congelado para que se vaya derritiendo con el calor intenso del día sábado, arrancamos temprano para que las lanchas no molestasen, pero en la primera ola de un crucero tempranero, en río Luján nos llenamos de agua.

Amo remar, quiero hacerlo en forma viviente, pero todas las cosas vivas están integradas, no se puede obtener de toda la sociedad náutica que: no haga el menor movimiento en el agua, el agua acumulada dentro del bote G7, daba inestabilidad al bote, cuando llegamos al río Carapachay vimos una playa de arena, decidimos atracar el bote sobre ella, era puro barro, habia soplado el viento norte dejando el delta con poca agua.

Colocamos dos troncos debajo del banco de proa y popa para que no encallase mucho más en el barro, una vez que flotó, el timonel subió, mientras mi perro se perdía en la isla, la fuerza, la paciencia se agotaba, decidimos ir a UPCN, no nos dejaron bajar porque no teníamos el carnet y estabamos con el perro, nos sugirieron al club de aviadores, no nos dejaban bajar, todo mal, a todo esto volver a sacar el bote al agua.

Mi rostro se transformaba, quería presentar una causa contra el egoísmo, pero en el reino de los valores, del juicio, del espíritu, esa gente colocará a los demás por debajo de una ola, para verse sobresalir, un hombre verdaderamente egoísta no se verá afectado por los problemas de los demás, no le importará nada, ni siquiera en una zona de emergencia.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Nada, quedarse quieta.

El día nublado, lluvia, no creo?... soy yo la que no quiere avanzar, como perdiendo el sentido, entonces las ganas de sentirse bien, cuando perdés eso, viene el amor, la justicia, la fe y el comienzo de toda confusión dentro de estas cuatro paredes.

El viernes, el sábado, dos días con ánimos diferentes, el amplio delta que se extendía bajo nuestras remadas, tenía que postergar mis reflexiones un momento más, no deseaba encontrar respuestas a mis preguntas solo contemplar como el calor, de golpe, se elevaba en esos días sobre Buenos Aires, porque fluctúa mi energía, de golpe, alguien la tomó prestada hasta mañana?

Sin embargo, algún poder habría influido en mi estado, por causas naturales, por falta de fuerzas, por falta de vitaminas, como si mis músculos hubiesen luchado contra una fuerza ciega, como si ellos hubiesen llegado a su expresión final, como si hubiese sido el camino de mi desenlace, y solo reme, reme, reme......e hice el amor, el amor, para quedar sola observando las gotas de lluvia que riegan mi jazmín.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Pamperaso

Hace muchos años que remo en el delta y nunca vi una bajante tan importante como la de este fin del mes de Octubre, el pasado miércoles y jueves: días con un sol impresionante, el viernes la tristeza de un entierro con una lluvia copiosa, gente joven que lo despedía como una estrella de rock, las gracias, los aplausos de los más grandes.

El sábado temprano habíamos salido a remar con unas amigas en un "botazo", quedaba todavía agua para salir, con muchos contratiempos, mi perro se descompuso, el viento no nos dejaba avanzar, en esa vida de fin de semana, donde no todos están tan completos como nosotras para llegar a una casa sobre el río Espera , seguíamos armando esa obra de arte como la mejor tragedia de Moby Dic.

La naturaleza se manifestaba, el cielo se limpio con ráfagas del viento oeste, que: volteaba al débil, no quedó una sola nube en el cielo, mi posición de todo lo acontecido se dividió en dos partes contradictorias, permanecían en mi mente sin ser traducidas, como una teoría abstracta que parecía una tontería más, al ver el día lunes totalmente despejado, mis ideas se despejaban, había que conseguir trabajo.

La coerción cuando se ejerce por una buena causa, en nombre del amor, nos guste o no, todo eso era un buen negocio para NK, no para los banqueros internacionales, los fabricantes de armas que son los que comienzan las guerras, no para los militares argentinos que tuvieron que bajar esos cuadros de una época nefasta.

Comprendí que estaba en el mundo, donde había que dar batalla por la vida, comprendí que el enemigo era una la moral invertida, y la única arma de triunfo es la voluntad de los buenos para servirlo, así que, somos libres para buscar nuestra felicidad en cualquier fraude insensato, y estoy segura que se encontrará frustración, el propósito no tiene que ser sufrir, sino disfrutar y vivir.