
A veces me doy cuenta que no tengo nada que hacer, mejor dicho:" no tengo ganas de hacer" y me muevo silenciosamente, aceptando un triste precio de resignación, pero resignarme? es algo que no me banco, hay mucho para cambiar, hay mucho para crear, hay mucho para disfrutar, es el momento que hay que dejar las emociones y tomar el pensamiento para no cometer errores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario