
Se siente como si camináramos sobre una cuerda floja, nos ponemos tensos, lentos, negados a querer dar esos pasos sobre el agua, buscando a tientas donde poner un poco el esfuerzo que tenemos para girar nuestra vuelta grande.
No se porque es más difícil? Si, en kilómetros se diferencia de la regata Zarate-Tigre más o menos en veinte kilómetros..... será el frío del invierno, una lluvia dando toda la vuelta ¿?, pero, si también hubo soles impresionantes donde nos quedamos sin bebida, pero uno empieza a temblar como en un abismo, cada vez más precisos, con más experiencia y conocimiento, tal vez solo sea memoria, por eso creo que hay que hay que accionar esa vuelta unos quince días antes de la regata, sacar esos fantasmas.....hasta que llega ese día.
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